Los pronósticos del Ideam señalan que para el primer trimestre del 2019, la posible ocurrencia de un Fenómeno El Niño se estima entre un 80 al 90 por ciento.
La entidad explica que el fenómeno se podría generar por varias situaciones:
«Se presentaría como consecuencia de la falta de lluvias, incendios de cobertura vegetal (altos niveles de radiación solar junto con las quemas podrían generarlos), heladas (afectando pastos y cultivos en zonas del altiplano Cundiboyacense, Santander, Nariño, Cauca y Antioquia); procesos erosivos (ante la pérdida de humedad incrementa el potencial de ocurrencia de deslizamientos de tierra); altas temperaturas del aire (incremento de sensación térmica corporal afectando a la población y animales); disminución en nivel y cauce de los ríos y control de vectores», informó el Ideam en un comunicado.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) aseguró este 27 de noviembre que si se desarrolla el fenómeno climático, este no será tan severo como el registrado entre 2015 y 2016.
En ese periodo, El Niño tuvo un fuerte impacto y estuvo relacionado con sequías, inundaciones y el blanqueamiento de corales en distintas partes del mundo. Sin embargo, un eventual fenómeno de El Niño en los próximos meses sí puede alterar las lluvias y las temperaturas en diversas regiones e impactar en la agricultura, la gestión de recursos de agua y en la salud pública, explicó la portavoz de la OMM, Clare Nullis.
Agregó que El Niño que se avecina podría combinarse con el cambio climático de largo plazo que sufre el planeta y llevar a un salto de las temperaturas.
El periodo seco ya empezó a ser notorio en la navegabilidad del río Magdalena y, según el jefe de operaciones de la Naviera Fluvial Colombiana, entre febrero y marzo habría mayor dificultad por el descenso del caudal.
Un panorama desalentador para la navegabilidad en el río Magdalena es el que está en curso con el descenso de sus niveles ante la llegada del periodo seco, provocando retrasos e incluso paralizando el trayecto de las embarcaciones.
A pesar de que desde finales del año pasado se había pronosticado esta temporada seca por parte del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), con el inicio del 2019 se ha visto el impacto generado que apenas empieza a sentirse debido a que el auge máximo estaría entre finales de febrero y comienzos de marzo.
Sin embargo, los niveles del río actualmente no pasan de un metro y en algunos puntos se avistan las dunas que impiden la normal navegación, complicando la movilidad de carga y pasajeros.
“Las condiciones de navegabilidad están bastante mal. El fenómeno de El Niño que ya se había anunciado unos meses atrás, efectivamente se está manifestando y empezó antes de lo que calculábamos.
Creíamos que el 15 de enero empezarían a verse los efectos pero dio inicio a finales del año pasado con los bajos niveles de agua en el río, hasta el punto de que en este momento la navegación está prácticamente paralizada”, afirmó el ingeniero Raúl Muñoz, jefe de operaciones de la Naviera Fluvial Colombiana.
El tramo de mayor afectación sería hasta ahora el que se encuentra entre Barrancabermeja y el municipio de San Pablo, sur de Bolívar, debido a que hay sectores totalmente secos haciendo imposible que las embarcaciones continúen su recorrido.
“Este es el más crítico porque hay sitios muy sedimentados y hasta ahora está empezando el problema. Pensamos que febrero va a hacer absolutamente preocupante porque no nos vamos a poder movilizar.
Normalmente un remolcador demora seis días subiendo de Cartagena hasta aquí (Puerto Petrolero) y en este momento hay remolcadores que llevan 15 días y aún no han llegado, están parados”, agregó Muñoz.
La preocupación reposa en la falta de transportar la carga, en especial los excedentes de la refinería, quienes deben buscar alternativas terrestres que resultan con mayores costos.
“Los productos de Ecopetrol quedan detenidos porque no pueden sacar sus excedentes que se trata de una brea a la que le inyectan una especie de disolvente. Es crítico ya que podrían verse abocados a bajar la carga de la refinería”, acotó.
El director ejecutivo de Cormagdalena, Lucas Ariza, aseguró a Vanguardia Liberal que se están ejecutando obras de dragado para permitir que siga la navegabilidad en el río.
“El primer trimestre del año está cubierto con obras de dragado, en especial en la zona de Barranca- Pínillos.
Con las empresas hidroeléctricas también hemos tenido conversaciones para que nos garanticen un mínimo caudal con el que podamos trabajar, entonces estamos tomando los planes preventivos frente a esta situación para garantizar navegabilidad.
Indudablemente se afectará por las condiciones pero es normal por la baja del río, pero la idea es que impacte lo menos posible”, dijo Ariza.
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